
Hace un tiempo tuve un sueño en el que encontraba a una mujer lavando ropa a la orilla de un río, y al mirarla ella me dijo: «No son mis manos las que lavan la ropa, es la ropa la que está lavando mis manos»
No lo olvido…
Maite
Transformación Consciente
Hace un tiempo tuve un sueño en el que encontraba a una mujer lavando ropa a la orilla de un río, y al mirarla ella me dijo: «No son mis manos las que lavan la ropa, es la ropa la que está lavando mis manos»
No lo olvido…
Maite
No puedes cambiar la naturaleza de las cosas, y no necesitas cambiar la naturaleza de las cosas…, pero sí necesitas permitir que tu propia naturaleza se exprese a través de ti, porque para eso estás aquí
Maite
Estos últimos días, de repente salgo a la calle y veo las terrazas de los bares llenas, las tiendas, la gente pasea llenando las calles, y el ambiente es “casi” como el de “siempre”…
¡Pareciera que aquí no ha pasado nada!
Y sí que ha pasado, y mucho…
El mundo, literalmente, se detuvo, por unos instantes dentro de los grandes ciclos de los que nuestro tiempo se compone (en nuestra creación de tercera dimensión), el planeta resurgió, la voz de la tierra llamó a los suyos y todos salieron, como cuando una madre mira que no haya tráfico, ni gente ni peligro en la calle, y cuando la ve segura y vacía llama a sus hijos para que salgan a jugar tranquilos
Fue tan increíble…, y al tiempo tan esperado…
¡Qué anhelo del alma por vivir en equilibrio y respeto con toda la vida, en todas sus formas!
El tiempo se detuvo y obligó a todos (o casi) a dejar toda actividad e ir adentro, algo que muy pocos están dispuestos a hacer de modo voluntario
Pero el momento así lo pidió, lo exigió, porque no hay más tiempo verdaderamente para seguir igual, y el proceso comenzó… a lo grande
Y, como ocurre siempre en cualquier transformación, el dolor se mezcló con el amor y juntos permitieron la alquimia del fuego sagrado, que todo lo quema y transmuta
Son momentos a veces duros, a veces gozosos, pero siempre fructíferos y cargados, preñados de potencial infinito de crecimiento, de avance, de cambio, de transformación, más o menos consciente, y en este caso global
Nadie escapó al momento
Y aquí estamos, ahora, cuando parece que ya pronto levantan barreras, fronteras (ficticias) y restricciones, que internamente nos supone el desafío de ver qué tanto es cada uno capaz de mantener su conciencia, su integridad, su determinación sin necesitar de voces externas que lo “obliguen”
Han sido momentos de regresar al interior de cada uno de nosotros, y ahora se acerca el momento de sostener cada uno en su interior, una vez salgamos al exterior, aquello que hemos visto, que hemos comprendido, recuperado, vivido internamente, la claridad, la luz…
Es momento de sostener un mundo como el que queremos, no como el que nos hacen desde afuera, sino como el que todos queremos forjar, juntos, con amor y con intención, con esperanza y con determinación
Hemos vivido un tiempo que no se repetirá, pero posiblemente vendrán más, de modos distintos, sacudiendo y pidiendo a la raza humana que cambie, que despierte a lo mejor de sí mismo, que no olvide lo que es, que ofrezca lo mejor de sí, que lo peor ya lo hemos conocido y no nos gusta, no nos lleva a ningún lugar floreciente, más bien a un lugar desolador y vacío
No deseo dar fuerza a conspiraciones ni partidismos ni nada que me aparte de la única realidad que quiero vivir, la de la verdad que se encuentra dentro de cada uno de nosotros, lo demás no importa, porque siguiendo nuestra verdad, aquello que no sintoniza con ella cae, se deshace, deja de existir
A más corazones vibrando, con fuerza, esperanza, respeto y amor, más logros, más resultados, más vida, más sostenibilidad, más equilibrio, más sincronía, más fortaleza, más lo que el alma anhela desde lo profundo y que, por un regalo de tiempo, se le ha permitido recordar, aunque haya sido a través de cristales empañados de impotencia y dolor
No te falles a ti mismo, porque, recuerda, eres al único al que no puedes fallar
Llegamos a este planeta y del mismo modo nos iremos, todos, en uno u otro momento, y al único a quien deberemos dar explicaciones es a nuestro verdadero yo, a esa parte de la creación, de Dios, que habita en nosotros
Somos testigos y servidores del momento presente, tu compromiso es el mío y mi responsabilidad es la tuya, ya no hay más diferenciación
La vida nos espera, recordemos cómo protegerla,
Maite
Es tal el silencio de estos días, que no me resulta fácil escribir y plasmar en palabras tantas sensaciones, tanta certeza y sentimientos…
Desde luego, lo que más aprecio en estos días de encierro colectivo es la paz y el silencio, el canto de los pájaros, que se ha multiplicado, y el olor a vida, difícil de expresar en palabras…, la presencia de la vida en la naturaleza, en el aire, en los animales…, el sentimiento de vida, de aquello que no puede verse pero sí puede sentirse
Ese resurgir de la madre tierra haciéndose, por fin, presente, sacudiéndose el polvo y aprovechando el tiempo que la dejen respirar, al menos, un poco más de lo habitual. ¡Qué triste que eso sea una gran verdad…!
Vivimos en un lugar sin igual, en un planeta único, con una belleza extraordinaria, cielos mágicos, animales hermosos, llenos de vida…, ¡qué gran privilegio!
No quiero pensar en cómo volverá a ser todo cuando esto termine, y creo que ya queda poco, porque en verdad, más allá de lo que ha sucedido (los porqués, los cómos, etc…), era un descanso necesario y obligado, ahora tendremos que reconstruir lo que no ha sobrevivido, pero desde la individualidad en la que nos hacemos uno y generamos fuerza verdadera
Si tuviéramos conciencia, todos, de lo indispensable que es mantener esa unidad en la diversidad; si fuéramos conscientes todos de lo fácil que es empequeñecernos cuando nos separamos por tonterías, ideologías o por simple manipulación externa de intereses…
Éste es un momento único, y el ser humano tiene un potencial increíble para hacer cosas buenas, más de lo que en general recuerda, mucho más de lo que cree, porque hemos sido educados para creernos pequeños, débiles y dependientes, todo lo contrario de lo que en verdad somos
La fuerza que alberga nuestro corazón es tan grande e infinita como el mismo universo, porque ahí, justo en el corazón, se encuentra la puerta que comunica con todo, que unifica la vida, las dimensiones, las realidades, las galaxias…, y si todos funcionáramos, como uno, a través de la sincronicidad del latido que mantiene con vida nuestra exsiencia aquí, a través de ese corazón, nos daríamos cuenta de cuánto engaño nos ha llevado a sentirnos frágiles y sin valor
Si pudiéramos vernos a través de los ojos de aquella fuerza infinita de amor que impulsó cada una de nuestras vidas, así como el total de todo lo que existe en nuestro universo ilimitado de magia, reaccionaríamos enseguida
Llevamos en nosotros todo aquello que podemos necesitar, no por casualidad vinimos en estos tiempos a esta tierra. No somos fruto de la coincidencia y la desgracias de nuestros acontecimientos, somos maestros con un plan perfectamente trazado, sólo que casi siempre lo olvidamos…
Siento que tenemos una nueva oportunidad, una más…, para poner toda la leña al fuego e intentar hacer las cosas bien para un bien común y conjunto, desde el corazón, y apartando de una vez por todas la separación, separación de raza, de creerse mejor que otro, de fronteras, de ideologías…, cualquier separación siempre es mental, creada de un modo ilusorio, no importa si nos apartamos porque nos creemos mejores o porque nos creemos peores, porque el hecho de entrar en nuestro sistema de creencias la distinción, lo que separa, es lo que necesitamos evitar de una vez por todas
Construyamos juntos un nuevo modo de vivir en esta tierra sagrada, y hagámoslo desde la sincronicidad del latido del corazón, porque de ese modo no importa dónde estemos cada uno de nosotros, nos convertimos en uno, una fuerza, una unidad, indisoluble
Y no permitamos influencias externas de maniplación que intenten utilizar esa fuerza en beneficio de una causa, porque el propósito está escrito en el corazón desde más allá de las estrellas, y lo conocemos bien cuando escuchamos y lo seguimos
No es un propósito que llene los bolsillos a unos y aparte a otros, es un propósito de unión, de unificación, más allá de todo, sin caer en odios, en decepciones, en depresiones ni tristezas
Un propósito que mueva y active nuestras células, nuestras memorias dormidas, nuestro cuerpo sabio, la conciencia infinita…
Hay algo más que la película que vemos, hay algo más que lo que creemos que sabemos, hay algo más en todo y en todos, y, sobre todo, ahora hay una nueva oportunidad para recordarlo y para hacer todo mucho mejor
Hagámoslo, sin protagonismos, sin banderas, sin marcas, sin religiones, sin política, hagámoslo como humanidad, hagámoslo como el amor del que estamos hechos, hagámoslo juntos
De corazón a corazón,
Maite
La vida artificial se paraliza, el miedo irrumpe en demasiados corazones y la vida pareciera que se colapsa, pero lo cierto es que hoy es Equinoccio de Primavera en el hemisferio norte y de Otoño en el hemisferio sur, y eso ni se cancela ni se pospone
Recordemos que la Tierra es quien en verdad manda aquí, que vivimos en ella y con ella, que la naturaleza es aquello de lo que formamos parte, no algo que se mire desde el cristal de la ventana
La vida es una y el palpitar del corazón también
Recuerda las grandes verdades que albergan en tu interior y respira profundo, recargando cada célula con el oxígeno del amor que eres y que, más allá de toda apariencia, está ahí, cohesionando la vida
¡La vida cuenta contigo!
Maite