Es tal el silencio de estos días, que no me resulta fácil escribir y plasmar en palabras tantas sensaciones, tanta certeza y sentimientos…
Desde luego, lo que más aprecio en estos días de encierro colectivo es la paz y el silencio, el canto de los pájaros, que se ha multiplicado, y el olor a vida, difícil de expresar en palabras…, la presencia de la vida en la naturaleza, en el aire, en los animales…, el sentimiento de vida, de aquello que no puede verse pero sí puede sentirse
Ese resurgir de la madre tierra haciéndose, por fin, presente, sacudiéndose el polvo y aprovechando el tiempo que la dejen respirar, al menos, un poco más de lo habitual. ¡Qué triste que eso sea una gran verdad…!
Vivimos en un lugar sin igual, en un planeta único, con una belleza extraordinaria, cielos mágicos, animales hermosos, llenos de vida…, ¡qué gran privilegio!
No quiero pensar en cómo volverá a ser todo cuando esto termine, y creo que ya queda poco, porque en verdad, más allá de lo que ha sucedido (los porqués, los cómos, etc…), era un descanso necesario y obligado, ahora tendremos que reconstruir lo que no ha sobrevivido, pero desde la individualidad en la que nos hacemos uno y generamos fuerza verdadera
Si tuviéramos conciencia, todos, de lo indispensable que es mantener esa unidad en la diversidad; si fuéramos conscientes todos de lo fácil que es empequeñecernos cuando nos separamos por tonterías, ideologías o por simple manipulación externa de intereses…
Éste es un momento único, y el ser humano tiene un potencial increíble para hacer cosas buenas, más de lo que en general recuerda, mucho más de lo que cree, porque hemos sido educados para creernos pequeños, débiles y dependientes, todo lo contrario de lo que en verdad somos
La fuerza que alberga nuestro corazón es tan grande e infinita como el mismo universo, porque ahí, justo en el corazón, se encuentra la puerta que comunica con todo, que unifica la vida, las dimensiones, las realidades, las galaxias…, y si todos funcionáramos, como uno, a través de la sincronicidad del latido que mantiene con vida nuestra exsiencia aquí, a través de ese corazón, nos daríamos cuenta de cuánto engaño nos ha llevado a sentirnos frágiles y sin valor
Si pudiéramos vernos a través de los ojos de aquella fuerza infinita de amor que impulsó cada una de nuestras vidas, así como el total de todo lo que existe en nuestro universo ilimitado de magia, reaccionaríamos enseguida
Llevamos en nosotros todo aquello que podemos necesitar, no por casualidad vinimos en estos tiempos a esta tierra. No somos fruto de la coincidencia y la desgracias de nuestros acontecimientos, somos maestros con un plan perfectamente trazado, sólo que casi siempre lo olvidamos…
Siento que tenemos una nueva oportunidad, una más…, para poner toda la leña al fuego e intentar hacer las cosas bien para un bien común y conjunto, desde el corazón, y apartando de una vez por todas la separación, separación de raza, de creerse mejor que otro, de fronteras, de ideologías…, cualquier separación siempre es mental, creada de un modo ilusorio, no importa si nos apartamos porque nos creemos mejores o porque nos creemos peores, porque el hecho de entrar en nuestro sistema de creencias la distinción, lo que separa, es lo que necesitamos evitar de una vez por todas
Construyamos juntos un nuevo modo de vivir en esta tierra sagrada, y hagámoslo desde la sincronicidad del latido del corazón, porque de ese modo no importa dónde estemos cada uno de nosotros, nos convertimos en uno, una fuerza, una unidad, indisoluble
Y no permitamos influencias externas de maniplación que intenten utilizar esa fuerza en beneficio de una causa, porque el propósito está escrito en el corazón desde más allá de las estrellas, y lo conocemos bien cuando escuchamos y lo seguimos
No es un propósito que llene los bolsillos a unos y aparte a otros, es un propósito de unión, de unificación, más allá de todo, sin caer en odios, en decepciones, en depresiones ni tristezas
Un propósito que mueva y active nuestras células, nuestras memorias dormidas, nuestro cuerpo sabio, la conciencia infinita…
Hay algo más que la película que vemos, hay algo más que lo que creemos que sabemos, hay algo más en todo y en todos, y, sobre todo, ahora hay una nueva oportunidad para recordarlo y para hacer todo mucho mejor
Hagámoslo, sin protagonismos, sin banderas, sin marcas, sin religiones, sin política, hagámoslo como humanidad, hagámoslo como el amor del que estamos hechos, hagámoslo juntos
De corazón a corazón,
Maite
¡Que alegría volver a leerte. ! Hagámoslo juntos. Me gusta la invitación. Sigo haciendo almacigos para donar árboles frutales. Hace falta sembrar árboles. Mi granito de arena para empezar…seguimos al corazón de la madre tierra que llama a honrarla. Gracias por la convocatoria Maite Ramos.
Gracias Sofía!! Un abrazo grande