Entre el cielo y la tierra, ahí estamos…, o eso es lo que parece…
En verdad no sólo pisamos la tierra y disfrutamos de un cielo por encima de nosotros, en el que se alojan las nubes, estrellas, astros…, más bien nosotros SOMOS cielo y SOMOS tierra
Cada partícula de tierra conforma nuestras células, nuestra biología, nuestra energía, lo que somos manifestado, y cada partícula de cielo conforma nuestra esencia, nuestro programa de evolución, nuestra memoria de lo que, en verdad, somos
Respiramos y pudiera parecer que el aire está afuera y luego lo echamos, pero vivimos en una unidad indisoluble en donde toda esencia es una y todas las formas acaban disolviéndose en lo mismo
Recuperar lo esencial que somos, nos permite vivir una vida sin apegos, sin juicio, sin separación, sin engaños ni nada que no sea la propia integridad, al darnos cuenta de que nada podemos agarrar, sino que el amor esencial nos mantiene conectados permanentemente con lo verdadero
Nos permite comprender que aquello que veo afuera no es más que la proyección de mi propio interior, y que, como maestros atemporales que somos, viviendo una experiencia única y preciosa, podemos co-crear realidades hermosas y coherentes, tan sólo volviendo a lo que somos, al origen de nuestra verdadera esencia y el recuerdo del propósito de caminar esta tierra en forma manifestada
Un privilegio, una oportunidad sin precedentes para crear una vida de ensueño, ensoñada, soñada, enfocada y manifestada, no como víctimas de lo que sucede, sino como partícipes de nuestra propia creación y propósito de evolución
Evolucionar es avanzar, no ser más ni menos, ya que en verdad no somos nada y somos todo, desde siempre, sino crecer en experiencia, en expansión, en integración y en integridad
Comulgar con la naturaleza, comprender los ciclos de la vida, entender al propio cuerpo y sus requerimientos, aplicar conciencia en cada paso de nuestra vida, nos devuelve a la simplicidad y cordura de entender lo que el alimento nos aporta, lo que nuestro cuerpo precisa, lo que cada elemento de la naturaleza nos ofrece y nos requiere,
Nos devuelve a la verdad de que somos uno, con todo, y que sólo en los instantes en que lo recordamos y aplicamos nos sentimos libres del sufrimiento y el dolor que genera el creerse separado, separado del amor, de la vida, de la comprensión, del mundo, de Dios
Herramientas como entrar en la lectura y comprensión de los clásicos de la Medicina Tradicional China y su maravillosa aplicación en la cotidianidad, en la alimentación, en la visión del mundo y nuestra interrelación…, o herramientas que nos ayuden a abrir nuestro corazón y reconectar con nuestra esencia verdadera, con aquello que somos y por algún motivo en algún lugar del camino hemos olvidado, tras cerrar la única puerta que nos conduce a nosotros mismos y nuestra unidad con todo
Volver a sentir la sutileza del viento hablando a lo más profundo de nuestra alma, sentir cada célula vibrando, al ser bañada por los rayos del sol, el estremecimiento de cada poro al caer la lluvia, nuestro vínculo con cada momento ante el poder renacedor de la primavera o el poder de dejar ir del otoño…, la expansión del verano o la oportunidad de introspección que nos regala el invierno, y la capacidad de agrupar y equilibrar todo ello que nos permite la propia tierra…
Recuerda, vivimos un momento único y especial, que tras un aparente caos, esconde una maravillosa oportunidad de reconstruirnos, de reconectarnos, de recuperarnos
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Maite